Esto de ser madre...
Cuantas
mujeres habrán escrito ya sobre esto de ser madres? El como te cambia la vida,
lo maravilloso que es experimentar algo así… Yo solo se que quiero vomitar todo lo que
llevo adentro, lo que siento y estoy viviendo desde el mismo instante en que
sentí su cabecita bajando por mi cuello uterino para después salir por mi
vagina hasta casi desgarrármela.Maia y
yo ya nos conocíamos, estuvimos conociéndonos durante 9 intensos meses antes de
mirarnos a los ojos por primera vez. Me
gustara o no, ella venia para cambiarme la vida, en todos los sentidos. Los primeros, fueron
literalmente los dos peores meses de mi vida, si, y voy a ser sincera… ni conexión
con mi bebe ni sueños especiales, ni una luz blanca al introducirse en mmi
óvulo.... Lo único que quería esos primeros meses es que pasara, que pasara
rápido, cada día era insufrible, todo me daba asco, y nauseas y mareos, y
odiaba a todo el mundo, odiaba esta ciudad, sus olores, sus ruidos me sentía
sola, desamparada, me sentía tan mal que hasta creí caer en un depresión, y es
que durante dos meses tuve que estar soportando ver reflejado mi rostro pálido
y demacrado en el agua estancada de mi wáter para luego desdibujarse con mi
propia bilis.No todo
el tiempo fue así… lo peor pasó y llegaron 5 hermosos meses sintiendo sus
patadas, su hipo, su corazón, escuchándonos, cantándole, frotando mi panza y paseándola
al sol en el espléndido verano valenciano… llegaron las últimas semanas antes
de dar a luz…. Y otra vez empezaron los malestares, los típicos de una
parturienta claro… entonces llegó, el momento exacto en el que quería comenzar…
ese instante en que expulsé tras 20 horas de un dolor insoportable al ser más
demandante, único y maravilloso que existe sobre la faz de la tierra, mi hija.Parir
no es bonito, al menos para mi no lo fue, de pronto si sale rápido e indoloro o
logras tener un orgasmo en el mismo instante de la expulsión si, pero
generalmente, no lo es… y sobre todo no lo es por los miedos, los tabúes y las
formas de tratarnos a las mujeres y a los bebes en un momento tan único y especial
como el parto, pero eso, ya es otro tema en el que no me quiero centrar ahora.Lo que
quiero decir, es que el dolor es infinitamente superior a cualquier otro dolor conocido
y por conocer que exista y pese a todo… volvería a hacerlo. Y es que parir es
el acto mas valiente, natural y desgarradoramente humano que existe en el
mundo, y ser parte de ello, vivir algo así, me hizo una mujer súper poderosa,
lo se.Pero
parir no fue nada en comparación al primer mes como madre, la llamada
cuarentena, esa donde sigues recuperándote de un parto, y acostumbrándote a tu
nueva vida, a una nueva vida, sin barriga, bueno, con una masa fofa donde antes
había un bebe. Donde sangras todo el tiempo, donde estás aprendiendo a lidiar
con la leche y el dolor de tus pezones, donde ya no duermes, donde no dejas de
mirar a ese diminuto ser que dicen es tu hija para comprobar que respira, donde
sientes un amor tan infinitamente grande que duele, hasta que aprendes a
controlarlo, donde olvidas que eres un ser humano, una mujer y andas todo el
tiempo despeinada, con cara de muerta, manchada de leche, en pijama y como una zombi
que responde a estímulos de su hija y que a veces llora de felicidad, o
tristeza, no lo sabe… Pero
sobre todo, para lo que una nunca está preparada, ni le hablan, ni sabe… es
cuanto va a cambiar esa nueva vida la relación con su pareja, y es que aquellos
niños, jóvenes o personajillos libres e independientes que eran antes de ser
padres, se quedaron esa misma noche de madrugada en la habitación en la que
nació Maia Micaela.Yo no
se realmente que sintió mi pareja cuando vio nacer a su hija. Quiero decir, su
punto de vista fue mucho mas amplio que el mío, el estaba frente a mi, casi
sujetando su cabecita y viéndolo todo en panorámica. Mi visión…. No recuerdo
cual era mi visión, solo estaba concentrada en eso, en parir. Cada uno lo vivió
a su modo, como es normal, pero el amor que se respiraba en esa habitación la
primera hora después del parto fue el amor mas sincero que he sentido en mi
vida.Si es
cierto que la aportación de un hombre los primeros meses de vida del bebe son
bien limitados, sobre todo si andas todo el día con ella colgada de la teta, pero
el apoyo moral, el cariño, la comprensión y la paciencia, son básicos y más
necesarios que el ponerse un picardías para volver a verte sexy de nuevo.El
problema empieza cuando crees que puedes tener exactamente la misma vida que
tenías antes de ser madre, o padre… el tiempo para ambos se ve limitado a casi
nada, el tiempo para el sexo se ve limitado a “Corre! Antes de que
despierte!!!!” y el tiempo para conversar sobre cosas que se daban por
sentadas… a veces, no existe. Yo solo
se que cada día que pasa en esta nueva vida mía, no dejo de sorprenderme. Y no
hablo de su crecimiento y aprendizaje mega rápidos, si no de mi, como madre. De
mi como mujer. Y es que todo el tiempo descubro cosas no conocía, adquiero
capacidades que nunca pensé que podría hacer, que de pronto alguna vez vi en mi
madre y pensé “yo jamás sabré hacer eso”.La cuestión
es, que ser madre es duro, es difícil, dedicado y a veces una se pregunta como
es que ha llegado ahí… Si pienso en todas aquellas cosas que he tenido que
priorizar, dejar de lado o estancadas, en como muchas otras simplemente ya no
tienen el mismo sentido, o ninguno… cuando a veces ya no puedes más, y pierdes
los nervios, la paciencia, el cansancio te supera, y te paras a llorar apoyada
en la banca de la cocina sintiéndote tonta porque hablas sola todo el tiempo, o
te repites que no tienes que demostrarle nada a nadie… pero es que todo lo que
hacemos, lo hacemos por amor, por eso somos super poderosas.Al
final lo único que importa, de verdad, de verdad, es matarte de risa con ella
jugando en el espejo, abrazarla cuando llora consolándola o despertarte con sus
patadas y sus besitos volados, y entonces se, cuando me mira fijamente a los
ojos mientras le doy teta y me agarra fuerte para que no me vaya, que fue ella
quien decidió que yo sería su mama, y que solo por eso, soy la mujer mas
afortunada del planeta.Ser
madre, es una locura, pero es lo más maravilloso que me ha pasado en la
vida.
A.Benlloch