lunes, 13 de diciembre de 2010


Los niños de Lomas

Salgo de Lima cruzando parques y piletas guachafas de colores, casas coloniales que tímidas se ocultan entre edificios blancos y acristalados.
No sé en qué momento cambia el paisaje, las calles se tornan grises, hay más carros y vendedores ambulantes. Los edificios ya no son altos y blancos. Las casas inacabadas terminan sus tejados con fierros acariciados por el aire, esperando ser terminadas. Cerros de colores con casas despuntadas en sus bordes y mercados rebosantes de puestos de frutas y carritos de chicharrones.
En el Km.34, a mitad de la Panamericana Norte está mi parada “Ovalo Zapallal”, curiosamente no veo ningún Ovalo. Sólo un puente de hierro une los dos asentamientos.
Tomo una combi y subimos por Huarangal… pasamos el cementerio, las minas y los basurales. Llegamos a Jerusalén Alto. Camino hasta el colegio. Allí, me esperan los chicos que al verme, me reciben con besos y abrazos.
Caminamos por los cerros, bajo el sol abrasador que cae codicioso sobre nuestras cabezas, llenos de tierra y sedientos, llegamos a la cúspide. Desde allí, se ve Lomas de Caravayllo, las casitas de adobe y ladrillo, hojalata y madera, se reparten entre sus lomas.
Tras las casas están las chancherías. El olor es insoportable. Entre las jaulas improvisadas los chanchitos llenos de barro y heces te miran desconfiados. Junto a ellos, viven Tatiana y sus hermanos.
Más abajo están las recicladoras, muchas son ilegales, y en ellas, algunos de los chicos trabajan para sacar algo de de plata o ayudar a sus familias. Me cuentan que hace unas semanas murieron dos niños de la comunidad, al incendiarse una de ellas.
Sientes el aire contaminado en tus pulmones, como te carga el pecho. Ellos lo saben.
“Esta es nuestra casa señorita, jugamos con la basura y tenemos los pulmones llenos de plomo”. Me dice Génesis. Sólo tiene ocho años… yo no recuerdo con ocho años ser tan consciente de nada.
Los cerros terminan en inmensas bajadas bajo las que se entierran metros de basura. Alto Jerusalén fue un desecho sanitario… aún se encuentran en ocasiones bártulos de hospital y otras cosas que no son muy agradables de mencionar.
Si alguien muere y lo entierran en estas tierras, nunca lo encuentran.
Las minas rodean las casitas, muchos acá viven del ladrillo. Entre ellos los niños.
Lomas de Caravayllo es un desierto, desierto poblado por personas que vinieron en busca de futuro. Muchos, son de provincia. Como una parada provisional, que con los años, se ha convertido en su hogar.
Los chicos, tienen un gran problema de identidad. Nunca serán de donde nacieron sus papas, tampoco serán nunca limeños. Ya se encargará la ciudad de dejar de lado a estos chicos “provincianos”.
Sólo en Lima, hay oportunidad de progresar. Cada día deben viajar dos horas hasta la ciudad. Entre el tráfico, el humo y los cláxones. Llegan cansados a su trabajo.
El Estado se encarga de su instrucción, no se preocupen que ahí está Alan y todos los chanchos que como él, abogan por la educación de los niños del Perú. No sea que aprendan demasiado y les de por armar una revuelta nacional. O quitarles los puestos de trabajo a los pitucos de san Isidro o Miraflores.
De verdad, nunca vi niños con tanto talento. Sus ganas de aprender y superarse son infinitas. Y el amor que regalan es gratuito. Sólo piden a cambio, que vayas cada fin de semana.
Regreso y en el camino, observo cómo cambia el paisaje. Llegamos a Lima, suben unos chicos con su skate y sus zapatillas de 300 soles. “Que mal repartido está el mundo” pienso.
Me acuerdo entonces de sus caras y sus inmensas sonrisas, me doy cuenta de que los niños de Lomas, no piden nada. Son felices con lo que tienen, siendo conscientes de lo que son. Orgullosos gritan al mundo que son personitas llenas de sueños y con tantas ganas de luchar que abruma.
Deseosa, espero que llegue cada fin de semana, pese al camino pesado y agotador hasta sus casas.

A.Benlloch

3 comentarios:

  1. Yo solo espero que la gente, asi como tu, siga creciendo en cantidad, y a travez de sus energias puedan,podamos, realmente cambiar las cosas, todo es cuestion de tiempo, y estoy seguro de que no sera mucho.

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  2. Fuerza Alba.
    necesitamos tu fuerza
    gracias por tu generosidad.
    moltet

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  3. la realidad vista, cuanto inocentes niños de lomas, tanto como ellos
    hay en todo el mundo de hoy que desean una sonrisa un abrazo de compresion.

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