sábado, 8 de enero de 2011

El mundo vive en celo

Siempre me gustó usar escotes, al menos, desde el momento en que aprendí a aceptar que mi cuerpo había dejado de ser el de una niña sin voluptuosidades. Casi todas mis faldas son cortas y algunos de mis vestidos siguen las curvas de mi cuerpo.
Como mujer, siempre me gustó verme bonita, sencilla, pero bonita. Y nunca me preocupé por si lo que llevaba puesto atraía demasiado las miradas ajenas.
Creo que ninguna mujer debería taparse sólo porque se siente incómoda ante una mirada. Prácticamente no hay día en que no me sienta violada. Una palabra obscena, una mirada sucia e incluso, un roce de pene erecto sobre mi culo en el apretado micro. Camino por la calle y sólo hago que preguntarme "por qué no salí con algo menos ajustado".
En la esquina, un grupo de hombres descansan de su jornada de trabajo y hablan entre risotadas, por minutos vacilo si pasar frente a ellos... decido cambiar de acera para pasar desapercibida. Entonces empiezan los gritos y las palabras guarras que no tengo por qué escuchar y que inevitablemente me hacen sentir sucia y mal.
Subo al micro, está rebosante de gente, apretados unos contra otros nos acoplamos del mejor modo posible. Tras de mí, un hombre me golpea repetidas veces con su miembro. Me muevo en silencio, justificando su impertinencia en el escaso sitio disponible. El hombre me sigue y continua con el repugnante golpeteo. Enojada le grito que no es agradable sentir su pene erecto y le pido por favor que se cambie de lugar. El responde con una sonrisa y ni si quiera reclama o se molesta.
Miradas sucias en los pechos, groserías desde los carros y toqueteos escondidos o disimulados entre la multitud.
Lo peor es, cuando te gana el miedo. Caminar a determinada hora por la calle, si eres mujer y encima estás sola, sabes que es algo imposible en esta ciudad.
Cuando me quejo, todos dicen que yo soy responsable, por vestir de determinada manera sabiendo a lo me enfrento.
Pero yo no lo veo así. Deberían cortarles el pene a todos esos hombres salidos, maleducados y violentos que nos atacan por las calles. Por que es un ataque, una violación de tu derecho a la libertad de vestir como gustes, caminar por donde quieras y en concreto de ser mujer en un mundo excesivamente machista y enfermo.
A veces sólo quieres pasar desapercibida, caminar tranquila sin ser objetivo de necios que se empeñan en hacerte sentir culpable por tener pechos o enseñar las piernas.
Hablan de libertad y en ocasiones he de taparme los hombros para no provocar miradas desagradables que me exponen al peligro, en un mundo donde hay hombres que no pueden controlar sus deseos sexuales reprimidos y provocados seguramente por el recuerdo de una infancia truncada.
Pero ni yo, ni mi cuerpo, ni mi dignidad como mujer y ser humano tienen la culpa de sus desdichas.
A veces una simple mirada manchada de esperma te recorre el cuerpo y te sientes desnuda, impotente. Es increíble, lo que ha de soportar una mujer por el simple hecho de nacer con vagina.
Llego a casa y me siento sucia, sólo quiero bañarme y quitarme de encima todas las miradas, groserías o roces que he sufrido en el camino. Prendo la televisión, y sólo pasan maldito perrero donde los hombres maltratan verbalmente a las mujeres mientras ellas bailan orgullosas frotando sus nalgas contra la pierna del "cantante" agasajado con cadenas de oro y lentes de sol que golpea a ritmo de reggaeton su culito desnudo y exuberante.
Las discotecas, están repletas de niñas que pasan de jugar con muñecas a mover las cachas sobre los erguidos bálanos de los muchachos que se deleitan ante tanta maravilla amorosa.
No entiendo nada, el mundo se ha vuelto completamente loco…

A.Benlloch

4 comentarios:

  1. Kuanta razón tienes...
    Tendremos k acabar llebando un cartel k diga: " No me mires las lolas, miramé a los ojos "

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  2. Hay hombres que olvidan que las mujeres también son madres, hermanas, hijas... SUS madres, SUS hermanas, SUS hijas.

    Slds desde Argentina!

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  3. Sólo tú puedes contarlo así, sin que suene a frivolidad.Es verdad que a un montón de mujeres nos gusta seducirnos a nosotras mismas, gustarnos, agradarnos y, al fin y al cabo,querernos, pero ahí está otro montón de machos cabrios que no entienden de sutilezas. Piensan que va dedicado a ellos. Menudos ególatras!!.UFFF! Menos mal que no todos son primates!!!!. BSTS desde Valencia. Pepi.

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  4. Apoyo este escrito, el mundo vive en celo, y nosotras no tenemos la culpa, lamentablemente a veces hay q portarnos distinta por miedo o verguenza, pero creo q el querernos nadie nos lo quita.

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