jueves, 3 de diciembre de 2009

Segundo

Segundo es de los primeros en llegar a su colegio. El vive en una pequeña aldea campesina en la Viña Grande de Piura. Cada día camina una hora hasta Yapatera, el pueblo vecino donde se encuentra su escuela. Segundo se levanta cada día el primero. A las tres de la mañana se lava los dientes y la cara, después de realizar sus tareas de escuela trabaja en la casa. Su mama enciende la leña y machaca el trigo. Al amanecer desayuna junto a su hermanito.
Cuando sale de su casita de ladrillos y arcilla, el cielo es aún de color violeta. Ya se siente el calor sobre su cabeza. Camina casi una hora hasta su escuela.
Su papá trabaja en la chacra durante el día, el sol sirve de luz y le da energía. A la noche bastan para iluminar dos lamparitas. Con la puesta del sol se van a dormir, ya poco se puede hacer cuando todo se torna oscuro y silencioso.
Su mamá lleva la casa, busca leña para cocinar y recoge agua del pozo. Me contaba como conoció a su esposo. Se conocieron en la chacra, vivieron sus primeros años en una casita alejada de todo, a expensas del clima y el abandono. Cuando me dice su edad casi no puedo creerlo. Imagino que esta es la vida del campesino, llena de durezas y resentimientos.
Segundo es consciente de su realidad, nos cuenta como pretende luchar para cambiarla. Pese a la dificultad de su día a día nunca borra la sonrisa de su cara.

A.Benlloch

No hay comentarios:

Publicar un comentario