martes, 3 de septiembre de 2013



La laguna de Maia

Hace unos días nació mi primera hija, Maia Micaela, un 22 de agosto a las 00:50, tras 22 horas de parto y en una noche de luna llena. Solo cuando la tuve sobre mi, aún unidas por el cordón y sintiendo su cuerpecito vivo y caliente sobre mi pecho, supe, que ella, sería el ser que mas amaría el resto de mi vida. Un mes antes de nacer le escribí su primer cuento, el primero de muchos que le leeré en las noches, donde ella siempre será la protagonista, la salvadora, la incansable viajera que recorrerá el mundo buscando aventuras. Te amo hijita. Cuentan que una noche de luna llena, nació una niña brillante con ella, nació en el fondo de una laguna, sin término, sin límites, de agua tan clara y tranquila que asusta,entre peces de colores y bufeos colorados, salió nadando desnuda, sonriéndole a la vida, de ojos negros como las profundidades de aquel lago y cabello largo y enredado. Dando patadas con los puños cerrados, riendo a carcajadas entre salto y salto. Cuentan los que saben, aquellos que conocen en verdad la historia, que un día llegaron forasteros, para secar la laguna. Bajo sus aguas plácidas y limpias, descansaba el oro cotizado,y sacando el agua de los humedales, lograron el objetivo deseado. Los peces perdieron sus hermosos colores, los bufeos dejaron de ser rosados,ya la tristeza cubrió, las tranquilas aguas del lago. La niña brillante, de ojos negros y fuerte carácter, apretó con ímpetu sus puñitos, y poniendo sus brazos en alto, gritó tan alto, tan alto, que las plácidas aguas del lago se convirtieron en huracanes, como boraces bocas de leones, asustaron a los codiciosos forasteros, haciéndoles huir sin su dinero.Cuentan quienes saben, aquellos que en verdad conocen la historia,que nunca más regresaron, pues asustados los hombres malos, hablaron de los "fantasmas" del lago. La niña sonriendo, siguió saltando y nadando entre sus amigos de colores y los bufeos colorados. Su nombre fue Maia como la estrella en el cielo, siempre sonriendo, fuerte, valiente, sin miedo.

A.Benlloch. 

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