Una horrible pesadilla
Cuando despertó se dio cuenta que todo había sido una horrible pesadilla.
Se secó la frente de sudor con el borde de la sábana y palpó la mesita de noche buscando sus gafas. Se dirigió arrastrando sus pasos hasta el baño y al encender la luz gritó de horror al ver su cara con dos ojos y una boca llena de dientes.
Volvió a despertar empapado en sudor y corrió al baño. Mojó su cara, peinó sus puas y bebió unos sorbos de agua con su trompa. Tan solo había sido una horrible pesadilla.
A.Benlloch
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