miércoles, 11 de julio de 2012

Todas las mañanas a las 8am: Maria Antonia

Hoy leí algo muy interesante, entre otras funciones de los órganos de nuestro cuerpo con las que me sentí absolutamente identificada... cuando leí sobre el intestino delgado, no pude evitar pararme a leer lentamente. Mis problemas de salud relacionados a este órgano, parece que tienen un origen.

EL Intestino Delgado:
Es la etapa final de la digestión, es el comienzo de la absorción, provee la base para la construcción y el crecimiento, construye su personalidad, su carácter, su fuerza de voluntad, su confianza, pero más importante que todo es que refleja los estados más importantes de nuestra vida.
De modo que puede que realmente no funcionemos cuando una persona sufrió una gran vergüenza. Esa vergüenza sufrida en la primera infancia. Son muy conscientes, muy cercanas las personas, piensan que no se están acordando o pensando en ello, pero se acuerdan del colegio, la primera vez que menstruaron, los niños con quienes jugaron, algún pariente que les hizo sentir vergüenza.

Yo contaba con solo 9 años cuando una profesora llamada Maria Antonia, arrogantemente rancia y franquista, me reveló que yo no serviría para nada en este mundo, que mi existencia era una burda equivocación del señor. Que era una persona poco inteligente, y que para lo único que serviría en mi vida, sería para hacer garabatos sobre un papel.
Esta misma profesora le dijo seriamente a mi madre, cuando tan solo contaba con la edad de 9 años, que ya podía ir pensando en sacarme de la escuela porque yo era una pérdida de tiempo.

Nunca, ni hasta el dia de hoy, logro comprender que tanto odio  le profesé yo a esta "maestra" que irremediablemente, hizo un daño terrible parece ser que a mi intestino delgado.
Hasta que lo superé, hace muchos años, o al menos, eso pensaba.

El día que recibí mis notas para el acceso a la Universidad fui direcatemente a su clase. Se encontraba reunida con alguna madre de alguna desafortunada niña como yo, quizá. Me reconoció al instante. No pude hablarle, mi absurdo sentimentalismo desmesurado no me permitió reprocharle nada.

Se que hace años se murió, sola y vieja, como la recuerdo en mi infancia.

Las consecuencias de sus palabras no fueron mas que años de desconfianza hacia mi persona y mi capacidad propia. Aún hoy, tengo momentos en los que callo mi respuesta por miedo a estar equivocada.

Quizá por eso me he esforzado tanto en mi vida para demostrar a los demás que si quiero algo puedo lograrlo, solo es tener ganas y predisposición para ello.

Pese a mis problemas comunes con el intestino y otros órganos relacionados, puedo decir, que soy bastante puntual en mi horario excretoso, es mas, hay días en los que puedo evacuar hasta en tres ocasiones... esto me hace pensar, si mi mierda está estrechamente relacionada a mis intestinos, y mis intestinos están ligados a un trauma infantil que me angustió a los 9 años, puedo decir felizmente y con mucho placer, que todos los dias me cago en Maria Antonia.

Quizá le debo más de lo que creo. Supongo que su intento de desaliento hacia mis aptitudes me llevaron a querer con mas rabia lo que ahora tengo. Creo que le salió el tiro por la culata, mejor dicho, por el culete.

Gracias profesora Maria Antonia.

A.Benlloch

3 comentarios:

  1. joder! que buen relato!
    me cago en la ostia,
    la ha pillao!!

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  2. Ese es el espiritu carajo !! a cayarle la boca a los q no creen en uno. A por siaca soy joselo pase por esta pagina para copiarme algun ensayo para mi curso de literatura q no se me ocurre nada y lei esto q esta genial.

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    1. Joseloooo coge lo que quieras!! me alegra que te guste, besote!

      Alba.

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